La Boda de Andrea y Danny

Lo que pasa en una boda

Hoy voy a contar algo que no se suele hacer… Contar lo que a veces pasa en una boda. Los contratiempos, los problemas y las soluciones. Hoy voy a contar lo que es una boda de manera muy personal, desde mi punto de vista como familiar y encima pertenecer al sector.

Lo que muchos no saben de esta boda, es que yo lo único que hice fue hacer mi papel de hermana mayor. Y con los conocimientos y experiencia adquirida en las bodas de los años anteriores, le recomendé a Andrea los mejores proveedores que conocía. Y con ese equipo todo fue una auténtica pasada. Se casaría un 27 de Octubre de 2018.

Yo pretendía disfrutar de la boda como una invitada más (de verdad me creí eso?), así que no pensé ni en decorarla ni en coordinarla, pero al menos sí organizarla y ayudarle en todo el proceso que conlleva una gran boda.

El comienzo y elección de proveedores

Así que empecé por los fotógrafos. Mi sorpresa fue que antes de recomendarle a nadie ya se había decidido viendo fotos por Instagram de otras bodas. Y por quién? Pues por mis queridos Israel y Francis de IF Photographers. No me hizo falta ni nombrarlos. Ella ya me vino con la sorpresa. A partir de ahí todo fue una cadena hasta dar con el GRAN equipo.

El vídeo lo hizo Jacobo, de Imagine Rec. Es un payasete y te aseguras un buen rato a su lado mientras trabajas. La de cosas que me hizo pasar ese día! Le encantan las bombas de humo y metió una en la carpa… Quedaron unas fotos y un vídeo precioso. Lo que no se ve es las cenizas que tuve que limpiar de la mesa presidencial!!! Jacobo, esta te la guardo!!!!

Para las invitaciones y menús siempre pensé en Geniusloqui (Marina y Curro). A ellos los había conocido por otras bodas y sobre todo, en la boda de Marina. Al ver el pedazo de trabajo que hizo en su propia boda, supe que tenían que estar en la de Andrea. Lo que empezó siendo una reunión para invitaciones, acabó siendo reunión para toda la decoración del gran día. Una boda de otoño. Yo contenta, lo dejaba en las mejores manos y así yo ese día iba a disfrutar la fiesta como nadie.

¡Sorpresa!

Pasaron los meses, todo estaba atado, equipo formado, y a dos semanas de la boda recibo una llamada del hospital. Me tenían que operar el lunes por algo que llevaba 2 años en lista de espera. Se me vino el mundo encima! Hasta pensé en decir que no me operaba!! Pero no era posible. Llevaba 12 años con unas arritmias muy fuertes y me tenían que arreglar mi corazón defectuoso.  Lo comuniqué a todos los proveedores, que debido a la recuperación y al reposo absoluto que tenía que hacer después, no iba a poder ayudarles con el montaje previo ni estar presente. Pero sí que iba a asistir a la boda como fuera.

Y ahora viene lo que no se sabe nunca. El «behind the scene»!!

A dos días de la boda me llama Adrían de Proeventos, una gran empresa de iluminación y sonido: Rox, ha diluviado, no han puesto la carpa que pediste, es otra. Además tiene bolsas de agua en el techo, es más pequeña que la que encargaste y no es transparente. Es blanca…

PUM!

Se hace silencio… yo en cama, sin poder ir hasta el hotel a ver todo y a solucionarlo. No podía hacer nada ni ayudar de ninguna manera!!! Tlf, llama, cuelga, tlf a Marina y Curro, tlf a Adrián otra vez, tlf al hotel, vuelta a llamar a Marina y a Curro, vuelta a llamar a Adrián… Todo eso sin que Andrea supiera nada. El caso fue que después de 5h al tlf, el hotel había podado los árboles que estaban encima de la carpa, cambian los techos de blancos a transparentes. Y se tiene que hacer el seating plan de nuevo e imprimirlo otra vez por el tamaño de la carpa. Y Adrían pudo empezar a montar las lámparas.

Después de la tormenta, vino la calma.

Todo solucionado, todo en su sitio. Mi corazón volvía a latir despacio.

Llega el gran día. Me visto, voy a buscar a Andrea y llegamos al hotel.

Primera frase de Andrea: Y esa carpa blanca?

Mi póker face: WHAT? Uff..  eran solo las entradas, que habían dejado las lonas blancas puestas (nunca supe por qué). Pero que nadie fue capaz de quitarlas. Así que le dije una pequeña mentirijilla: tranquila que es para que no le entre aire a las flores (JA JA JA JA).

Y yo en mi deplorable estado, junto con Carla (hermana), cogimos una escalera en lo que Andrea se peinaba, para ir a quitar esas lonas que pesaban mucho. Las quitamos, las enrollamos y las tiramos por detrás del jardín. Alguien se dio cuenta? No.

A todo esto yo iba coja por todos lados (en la operación me entraron por la ingle y se suponía que tenía que estar sentada o tumbada todo el día).

Y llegó el momento…

Llega mi turno de peluquería, empiezo a relajarme. Empiezo a sentir que ya está. Pero no lo podía evitar. Me asomaba a la ventana a ver cómo iba el montaje de las mesas, del photocall, las flores, etc. Y me sentía “inútil”. No era capaz de disfrutar el momento, y me daba envidia ver todo el movimiento desde arriba.

Llegó el momento de bajar a la ceremonia. Nos hicimos las fotos de hermanas y nos fuimos cada uno a sus puestos.

Empezó la boda. Una ceremonia muy bonita, decorada con grandes pampas. Las flores fueron a cargo de Miguel de Nature World Floristería, que junto con Marina y Curro crearon esta maravilla.

El photocall tenía un guiño holandés, por Danny. Además había un molino que después quedaría como un reloj en casa de Andrea y Danny, y que también era el libro de firmas de los invitados.

Ahí estaré siempre

Todo fue como tenía que ir. Yo desgraciadamente no fui capaz de quedarme sentada en la mesa durante la cena. No paraba de mirar a los camareros, si la comida estaba bien y si los invitados estaban bien atendidos. Por suerte todo salió de 10, un servicio excelente. Pero pensaba en mis proveedores… Dónde estaban? Así que fui a buscarlos a ver si podía sentarme un rato con ellos mientras cenaban. Vamos, que mi plato de secreto ibérico quedó allí muerto de frio. Pero no me importó. Sinceramente pude beberme un par de copas de vino. Llegó un momento que dije: cuando no pueda caminar, me voy. Pero tenía que disfrutar un rato con ella. No aguanté mucho, pero al menos tenemos estos recuerdos juntas. Para toda la vida.

Así que me cambié de ropa y de zapatos, me puse cómoda y disfrutamos un rato de la fiesta.

Ahí estaré siempre para ayudarla.

Ahí estaré siempre para divertirnos

Ahí estaré siempre para nuestro humor poco aceptado socialmente.

Ahí estaré siempre, como hermana mayor y como amiga para cuidarla. Y aunque no lo parezca, ella lleva años cuidándome a mi. Y estaré eternamente agradecida.

Esto no es una publicación normal en un blog de bodas, pero me apetecía hacerlo igualmente.

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